
Este escrito tiene la difícil intención de estimular la visión del 90% de los panameños miembros del sector directamente vinculado a la producción de bienes y servicios.
Solo recordar: todo el que vende su fuerza de trabajo (80%) es un miembro de la clase trabajadora; incluye médicos, ingenieros, etc. El 5% son los eternos dueños que desde sus tronos tratan de enredarnos, financiando campañas, dirigentes, etc., para que aceptemos dócilmente nuestras penurias, representativas de sus grandes riquezas.Leía en las redes sociales: no hay peor pobre que aquel que se cree burgués.
«La nación es un enorme barco en donde nadie puede ir más adelante que la proa ni más atrás que la popa…
Esto incluye a la mayoría del sector de las micros, pequeñas, informales y medianas empresas, y un sector importante de la Burguesía nacional (si existe), humillados por las transnacionales. Ni decir, de aquellos que luego de fallecidos sus padres, corrieron a vender sus riquezas por papeles cuyo valor es históricamente inconsistente. (Leer Visión Empresarial)Lo cierto es que la nación es un enorme barco en donde nadie puede ir más adelante que la proa ni más atrás que la popa… quiere decir, que si usted desea avanzar es prioritario que ayude a empujar la nave.
Por consiguiente, es fundamental pensar en qué cualidades debe tener el capitán que lo guiará, más allá del amiguismo o simpatías formales sin contenido…El peor enemigo del país y su futuro es aquel sector que recibió migajas, pero para ellos fueron soluciones que -luego de dos décadas- no han dejado de añorar; logrando así, crear una base de apoyo político a una minoría rapaz en su tarea de saquear las arcas del Estado.
Esa minoría ha logrado hacer muy popular la consigna: ROBÓ PERO HIZO. Afianzando un pensamiento filosófico en los sectores de todos los partidos políticos y sociedad en general, que han venido lucrando de la corrupción en forma solapada; y ahora tienen como argumentar públicamente y sin vergüenza, las bondades del robo como forma de gestión natural.
De igual manera, se ha afianzado el clientelismo político como dinámica natural en los eventos electorales; siendo en este caso la consigna: ‘dame lo mío hoy, que mañana te vas a rebuscar parejo sin acordarte de mí».En los dos casos el resultado es el mismo: «pan pa hoy y hambre pamañana», o «pan pa mi, y hambre pa todos los demás».
El autor es economista y analista político.