
La Página Panamá.
El abogado Moisés Joel Bartlett Quiel formalizó ante la Comisión Nacional de Reformas Electorales (CNRE) una propuesta para eliminar el financiamiento público electoral, argumentando que los subsidios han sido desviados para fines proselitistas y no han fortalecido la democracia interna de los partidos.
Según Bartlett, entre 1999 y 2024 el Estado panameño desembolsó B/.230.6 millones en subsidios electorales (preelectoral y poselectoral), sin que se evidencie un impacto positivo en la formación cívica o la transparencia partidaria.
Destaca que los montos aumentaron desproporcionadamente: de B/.15.3 millones en 1999-2004 a B/.91.6 millones en 2019-2024.
Problemas detectados
El documento señala cuatro críticas principales:
Uso proselitista: Fondos públicos financian giras políticas y congresos partidarios manipulados, bajo el pretexto de «capacitaciones».
Falta de auditorías: El Tribunal Electoral no realiza fiscalizaciones rigurosas, permitiendo gastos ficticios.
Vicios democráticos: Las cúpulas partidistas usan los subsidios para perpetuar su poder.
Ausencia de control: La Contraloría General no interviene en la supervisión de estos recursos.
Propuesta concreta
Bartlett solicita: Eliminación progresiva del subsidio, previa auditoría pública con participación de la Contraloría.
Reducción al mínimo indispensable si no es viable eliminarlo, limitando su uso a capacitación política con controles estrictos.
Sanciones a partidos que desvíen fondos, incluyendo pérdida inmediata del subsidio.
Financiamiento alternativo: Que los partidos dependan de cuotas de afiliados y donaciones voluntarias, como en democracias consolidadas.
Contexto y respuestas
La propuesta coincide con debates regionales sobre financiamiento político, donde se critica el uso de dinero ilícito y la desigualdad electoral.
En Panamá, la CNRE recientemente instalada podría incluir esta iniciativa en sus reformas, según Bartlett.
El abogado enfatizó que la medida busca «rescatar la confianza ciudadana en la democracia panameña», evitando que los subsidios se conviertan en herramientas de clientelismo.
