
La Página Panamá.
Dentro del marco de la conmemoración del 8 de marzo “Día Internacional de la Mujer”, he querido destacar algunas profesiones en su lucha por la igualdad en una carrera a menudo influenciada por el patriarcado y como la mujer ha incursionado en el campo laboral, sus avances, aportes y desafíos, en la Criminología, como disciplina dedicada al análisis del crimen, sus causas y consecuencias, ha sido tradicionalmente un territorio dominado por hombres.
La estigmatización de las mujeres criminólogas en Panamá puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, la cultura patriarcal que permea la sociedad panameña contribuye a la percepción de que ciertos campos, como la criminología, son más apropiados para hombres. Esta visión tradicional de género se traduce en la subestimación de las capacidades y aportes de las mujeres en el ámbito profesional. Además, la falta de representación femenina en posiciones de liderazgo dentro de las instituciones académicas y de justicia penal perpetúa la idea de que las mujeres no son aptas para roles de autoridad en este campo.
Muchas enfrentan discriminación y acoso en sus lugares de trabajo, lo que puede llevar a la desmotivación y al abandono de la profesión. Además, la falta de apoyo y reconocimiento puede limitar sus oportunidades de desarrollo profesional, como la participación en conferencias, investigaciones y publicaciones. Esta situación no solo afecta a las mujeres individualmente, sino que también empobrece el campo de la criminología al privarlo de diversas perspectivas y enfoques que podrían enriquecer la disciplina.
Para combatir la estigmatización de las mujeres criminólogas en Panamá, es esencial promover un cambio cultural que valore la diversidad y la inclusión en el campo.
La inclusión de la perspectiva de género en la criminología es fundamental para abordar de manera efectiva los problemas relacionados con el crimen y la justicia. Las mujeres criminólogas pueden ofrecer análisis más completos sobre temas como la violencia de género, la victimización y el papel de las mujeres en el crimen. Al desafiar las narrativas tradicionales y aportar nuevas ideas, estas profesionales pueden contribuir a un entendimiento más profundo de la criminalidad y a la formulación de políticas más justas y equitativas.
Para combatir la estigmatización de las mujeres criminólogas en Panamá, es esencial promover un cambio cultural que valore la diversidad y la inclusión en el campo. Esto implica fomentar la educación y la sensibilización sobre la importancia de la igualdad de género en todas las disciplinas, así como crear espacios seguros y de apoyo para las mujeres en el ámbito profesional. Las instituciones académicas y las organizaciones criminológicas deben trabajar activamente para garantizar que las mujeres tengan acceso a oportunidades de liderazgo y desarrollo, y que sus voces sean escuchadas y valoradas.
En nuestro país, la única universidad que ofrece esa carrera de Criminología, es la Universidad Interamericana de Panamá, que continúa graduando a jóvenes criminólogos. La realidad de los egresados criminólogos es otra, ya que no tienen oportunidades para ejercer su profesión. De hecho, los profesionales en criminología son fundamentales, ya que enfrentamos una amplia gama de problemas criminales que han impactado a la sociedad durante varias décadas. Por ello, es imperativo desarrollar modelos de prevención y corrección que propicien cambios significativos en nuestra comunidad, Deben darles participación en la políticas públicas del Estado.
Por lo tanto, el futuro de la mujer en criminología es prometedor, pero aún queda mucho por hacer. Es esencial fomentar la inclusión y la diversidad en el campo, asegurando que las mujeres tengan acceso a oportunidades de liderazgo y desarrollo profesional. Las instituciones académicas y las organizaciones criminológicas deben trabajar activamente para crear un entorno que apoye y valore las contribuciones de las mujeres. Además, es crucial seguir promoviendo la investigación que aborde las cuestiones de género en el crimen y la justicia, para que se puedan desarrollar políticas y prácticas más efectivas y equitativas.
Las criminólogas panameñas se pueden desempeñar en diversas áreas, incluyendo la investigación criminal, la rehabilitación de los delincuentes, la prevención del delito y el análisis de las políticas públicas relacionadas con la seguridad y la justicia. De igual forma, colaborar con las fuerzas del orden, como la Policía Nacional y el Ministerio Público, para analizar patrones delictivos, identificar factores de riesgo y desarrollar estrategias para la prevención del delito. Además, investiga las causas sociales y psicológicas que pueden llevar a una persona a cometer un crimen.
A pesar de los avances, las mujeres en criminología enfrentan numerosos desafíos, que enfrentan, estas profesionales han demostrado su capacidad y compromiso con la disciplina. Es fundamental reconocer y abordar los estigmas que limitan su desarrollo y contribuciones, promoviendo un entorno más inclusivo y equitativo. Al hacerlo, no solo se beneficiará a las mujeres en el campo de la criminología, sino que también se enriquecerá.
Por: Raquel E. Rodríguez.
Periodista.